11 de marzo de 2014

CHINA

DÍA 12.- SUZHOU

Después de madrugar otro día más y de desayunar, la primera visita del día fue La Colina del Tigre, con una altura de 36 metros y que fue construida hace 2.500 años por el rey Fu Chai como tumba para su padre.

Antes de comer también visitamos el Jardín del Pescador, con algunos pabellones y estanques cuidados. 










Después de comer nos llevaron a la última visita programada del día, un pequeño crucero en barca por unos canales de Suzhou, ya que la ciudad es conocida como "La Venecia de Oriente". Supongo que a la persona que se le ocurrió ponerle dicho apodo, es porque realmente nunca ha estado en Venecia, porque nik por asomo que se le parece en nada. 

Al mismo tiempo que hacíamos la navegación por los canales, visitamos un pequeño poblado llamado Tongli, a orillas del lago Taihu y a 18 kms. de distancia de Suzhou. 





















Una vez de vuelta al hotel y buscando un sitio para cenar, había encontrado desde casa un restaurante español que estaba en Suzhou y me llevé apuntada la dirección por si en caso de emergencia necesitábamos recurrir a él, como así fue. Se lo comenté al resto de mis compañeros y finalmente nos juntamos 11 personas para ir a cenar. Cogimos tres taxis y en 15 minutos nos presentamos en "El Mesón de Carmen", un restaurante 100% español en Suzhou.

Bueno, después de casi dos semanas comiendo comida china y de escasa cantidad (el día que comíamos), finalmente nos metimos un buen festín por 120 yuanes (12 €) por persona. Lo pasamos muy bien y nos echamos unas cuántas risas. 









 Cuando acabamos de cenar y cerrar el restaurante, nos hicieron el favor de llamarnos a tres taxis y de vuelta al hotel, no sin antes hacer una copa en el hotel, lo que nos dieron las 3h de la mañana y todavía había que preparar el equipaje para mañana coger el tren por la mañana con destino a la última ciudad del viaje, la increible Shangai!!

DÍA 13.- SUZHOU - SHANGAI

Hoy me ha tocado madrugar para volver a hacer la maleta, ya que anoche no tenía ganas de hacerla y caí muerto en la cama. Hoy por primera vez en todo el viaje, somos de los últimos en bajar a desayunar y cuando acabamos, nos fuimos directos a la estación de trenes de Suzhou para coger un tren con destino Shangai. 


Me he pasado todo el trayecto de tren durmiendo, y cuando faltaba poco para llegar me he puesto a jugar un con chinito pequeñito que iba delante mio y que no paraba de mirarme, y al final no había manera de devolvérselo a sus padres. Ha sido un rato muy divertido.




Una vez llegados al hotel hicimos el check in y nos llevaron corriendo a visitar algunas cosas de la ciudad, todos como borregos y sin apenas ver nada, la verdad. Suerte que al día siguiente teníamos todo el día libre y aprovecharía para visitar muchas cosas por mi cuenta.

La primera visita que hicimos fue Jardín del Mandarín Yuyuan, decorado con arquitectura tradicional con bellos estanques y piedras exóticas. La visita vale mucho la pena, pero no a primera hora de la tarde cuando está todo abarrotado de turistas, dónde era imposible sacar unas fotos en condiciones.














Después de visitar los Jardines de Yuyuan, nos llevaron deprisa y corriendo a ver las vistas en The Bund, dónde el guía nos dijo que solamente teníamos 10 minutos para hacer fotos. Aquí fue el colmo ya del viaje, me cagué y me acordé de la madre del guía, me puse hacer las fotos que pude y decidí que ya volvería yo por mi cuenta para verlo y disfrutarlo tranquilamente en mi tiempo libre.





De vuelta al autobús y de camino al hotel, paramos en unos jardines a ver una colección de bonsáis. Hubiera preferido pasar más tiempo en el Bund y no ver tantos bonsáis, pero era el final del viaje y no quería mosquearme más de lo que ya estaba. 











Y la última visita del día fue el Buda de Jade, que como siempre, vimos deprisa y corriendo y abarrotado de gente.








 De vuelta al hotel el guía iba informando de los tours que se podían contratar para el día siguiente a precios de oro, e increíblemente muchas personas del grupo lo iban contratando. Yo no contraté ninguna porque todo lo que quería hacer al día siguiente ya traía la información desde casa para hacerla por libre, junto a mis amigos del grupo.

Una vez en el hotel, nos despedimos de todos, nos duchamos y una hora después quedamos los mismos de siempre, cogimos el metro que lo teníamos enfrente del hotel, y nos fuimos a visitar la ciudad de noche sin prisas y a nuestro rollo.

La primera visita que hicimos fue a la Torre Jin Mao, a la Torre de la Perla Oriental y al Bund, dónde estuvimos allí el tiempo que quisimos y haciendo fotos sin parar.



















Cuando acabamos la sesión fotográfica nos fuimos directos a Nanjing Road, la calle más comercial y animada de Shangai, dónde buscamos un sitio para cenar. Cuando estabámos en una terracita tomándonos unas cervezas tranquilas, me encontré con una amiga de Barcelona que habíamos realizado el bachillerato juntos y que hacía unos 12 años que no nos veíamos, y justamente nos tuvimos que encontrar en Shangai, dónde ella también estaba disfrutando de unas vacaciones junto a unos amigos. Al final acabamos cenando todos juntos y poniéndonos al día de todo durante estos años.

Después estuvimos dando una vuelta por Nanjing Road, haciendo fotos nocturnas con sus luces de neón y entrando en algunas tiendas aunque sin comprar nada, ya que el plato fuerte de las compras sería al día siguiente.


















Pasadas ya la medianoche, me despedí de mi amiga María y decidimos coger varios taxis porque el metro ya estaba cerrado, y nos fuimos para el hotel a descansar, que mañana será nuestro último día entero en Shangai antes de volver, y queríamos aprovecharlo al máximo.

DÍA 14.- SHANGAI

Hoy es nuestro último día entero en China y lo queremos aprovechar al máximo. 

Después de desayunar, nos hemos reunido todos los amigos y hemos cogido el metro para visitar la Torre de la Perla Oriental y todas las vistas del malecón.












Después de visitar la zona, nos vamos a dedicar a las compras, así que volvemos a coger el metro y nos vamos hasta la parada de metro de la Ciencia y la Tecnología, dónde está lleno de todo tipo de tiendas sin necesidad de salir del metro. Finalmente compré todos los recuerdos que me faltaban y algún reloj más.

Aunque las tiendas parezcan pequeñas y que no vayas a encontrar lo que buscas, la mayoría disponen de trastiendas en su interior, escondidas y alejadas de la policía, con muchísima mercancía que nunca puedas imaginar, y seguramente encuentres lo que buscas. Eso si, el regateo es obligatorio, así como tu paciencia, pero finalmente se consiguen buenos precios y más baratos que en el Mercado de la Seda de Beijing.




Para comer no nos complicamos mucho, y acabamos comiendo en un burguer allí mismo para no mir arrastrando con todas las bolsas de las compras.

Después de comer nos fuimos a coger el tren bala que te lleva hacia el aeropuerto en 7 minutos, alcanzando la velocidad de 430 km/h. El billete de tren ida y vuelta nos costó 60 yuanes (6 €) y es una experiencia increíble.






Por la tarde volvimos a coger el metro y nos fuimos a dejar todas las compras en el hotel, dónde aprovechamos para ducharnos y volver a salir, queríamos dar una última vuelta por el malecón y Nanjing Road, y hacer una cena de despedida todos juntos. Finalmente cenamos en The Bund con unas vistas impresionantes del malecón de Shangai.















Después de cenar y dar una última vuelta, cogimos varios taxis para el hotel, por desgracia nuestras vacaciones ya estaban finalizando y mañana habrá que madrugar para ir al aeropuerto y volver a casa.

Ahora quedaba lo más difícil, volver a hacer la maleta, intentar meter todas las compras, cerrarla y que no exceda del equipaje permitido. Como siempre que hago mi equipaje al volver de vacaciones, parece que esté jugando al Tetris para poder encajar todo.

DÍA 15.- SHANGAI - BCN

Hoy cuesta mucho despertarse y estar de buen humor. En unas horas estaremos volando de vuelta a casa.

Desayunamos más de lo normal porque no sabemos cuando volveremos a comer otra vez.

Anoche finalmente y con mucho esfuerzo, conseguí cerrar la maleta y yo creo que ya no cabe ni el pelo de una gamba, parece que vaya a explotar en cualquier momento, almenos espero que llegue bien hasta casa.

Empezamos a despedirnos de los compañeros de viaje, algunos vuelan con la British via Londres y se tienen que ir más pronto que nosotros. Otros volamos con Finnair via Helsinki, entre ellos mis amigos, cosa que me hacen el vuelo de vuelta mucho más ameno que a la ida.

Hacemos el check out en el hotel y nos la intentan colar con extras del minibar que ni siquiera hemos consumido, cosa que nos negamos a pagar. El guía está allí presente y no nos ayuda en nada, nada extraño después del viaje que nos ha dado. Espero que tenga vergüenza y no se le ocurra pedirnos propina por sus servicios (nulos) prestados.

Llegamos al aeropuerto, facturamos el equipaje todos juntos y mi maleta es la única que pita. Mal rollo, me hacen pasar a una sala privada con policías armados hasta los dientes y me hacen abrir la maleta. Me hacen deshacer toda la maleta y me encuentran una catana pequeña que había comprado de recuerdo. Falsa alarma y me dejan pasarla en la maleta facturada, dónde estaba. Anoche dos horas haciendo la maleta y ahora me la han vuelto a joder. Finalmente consigo cerrarla después de pasar un mal rato de nervios. Suerte que todos los relojes y otras cosas de imitación va bien escondido y no me han requisado nada, sólo faltaría que me amargaran las vacaciones de esa manera.

Finalmente y después de varios controles más, conseguimos embarcar y volar hacia Barcelona, con una escala de regalo en Helsinki de 3 horas, que me permite poder fumar y relajarme un poco.

Llegamos a Bcn casi de noche y sin tiempo de pensar en nada más, me tocará reincorporarme al trabajo, pensando ya en el próximo destino del año siguiente.

China es un país impresionante que todo el mundo que le guste Asia debería visitar, fue mi primer viaje pero no lo acabé de disfrutar por culpa de ir con un viaje organizado y escoger la peor época posible para visitarlo, y los compañeros de viaje que me tocaron no fueron de lo mejor, (excepto 3 personas), pero aún y así lo recomiendo mucho.

Años después de haber visitado casi todo Asia, sigo pensando que algún día volveré a darle otra oportunidad a China, y lo que tengo muy claro es que viajaré por libre y a mi manera, como he venido haciendo siempre a partir de este viaje.

Hasta pronto, China!!


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